Mi primer libro

En mi familia, tengo dos grandes lectoras, Gabriela y mi hija Claudia. Son autenticas devoradoras de libros. Yo no tengo la misma pasión. Leo muchísimos menos libros que ellas, si bien soy un gran aficionado a leer relatos cortos o pequeñas historias.

Supongo que todos recordamos algunos libros que leímos y que nos han impresionado. A veces nos pasa como con las películas, que al volver a releerlos, ya no nos parecen tan buenos. Yo recuerdo algunos que leí hace muchos años, y que aun los tengo en mi mente, como si los hubiera leído ayer.

Recuerdo mis aburridas vacaciones en Miramar, cuando tenía unos once o doce años, y mucho tiempo libre. En una galería comercial, que estaba en la avenida Nueve de Julio, pleno centro de la ciudad, había una tienda de libros usados. En esas tardes de aburrimiento, me entretenía revolviendo los viejos libros, amontonados en unas mesas que estaban fuera de la tienda. Y fue allí, donde encontré una colección de libros de Julio Verne.  Eran unos libros en edición de bolsillo, y con tapas verdes. Muy feos. Pero poco a poco, fui comprando de uno en uno todos los de la colección. O por lo menos todos los que la tienda tenía. Y fui leyéndolos todos.

Años más tarde, cuando me preparé para ingresar en la universidad, a pesar de que iba e estudiar ingeniería, me tocó preparar una materia llamada Historia de la cultura. Cuestiones de la política del ministerio de educación.  Esa materia era un batiburrillo que incluía, desde Platón, hasta las castas de la india. Tenía algunas lecturas obligatorias, y una de ellas, fue el famoso libro de Ray Bradbury: Farenheit 451. Ese es otro de mis más recordados.

Mi primer libro

Pero todo tiene un comienzo. Mi primer libro.

En marzo de 1971 yo tenía seis años e iba a empezar segundo grado. En el colegio nos habían encargado que cada uno compre su libro de lectura. Iba a ser el primer libro de mi vida.

Mi tía Rosa, que era también mi madrina, me lo regaló y me lo trajo a mi casa, y recuerdo como si hubiera sido ayer ese momento, en el que salí corriendo a la puerta para recibirla. Me lo dio antes de entrar a casa. Estaba envuelto para regalo, pero destrocé el papel  en dos segundos para verlo.

El libro se llamaba “confite”. Ese era, además, el nombre del perro dibujado en la portada, aunque el pobre perro recién aparecía en la pagina setenta.

Hace unos días, me lo encontré guardado entre mis cosas,  y me llevé una alegría.  Reconozco que guardo todo, y después de cincuenta años, varias mudanzas, y un cambio de continente, aun lo conservo. Está un poco maltrecho, pero mantiene todas sus hojas.

Lo primero que me impactó es ver mi nombre escrito con la letra de mi madre en la pagina tres. Luego me puse a leerlo y, de pronto lo recordaba todo, como si lo hubiera leído la semana pasada.

Allí estaba el capitulo del primer día de clase, el de lavarse los dientes, el de papá, el de mamá, y el que se llamaba “debo ser educado”, que por alguna razón era el que más recordaba, quizás por el coche azul.

Mientras lo leía, me veía a mí mismo, con 6 años, y con guardapolvo blanco, sentado en mi clase con el libro abierto en la página que nos había dicho nuestra maestra.

Como decía antes, me gusta mucho leer libros de historias reales. El ultimo que leí se titula “viaje al país de los blancos” y está escrito en primera persona por Ousman Umar, en el que cuenta su duro viaje desde África a Europa.

Muchos de los libros que leemos, nos sumergen a convivir y empatizar con los personajes. Pero volver a leer “confite” después de 50 años, fue distinto. Me transportó a mi niñez como ningún otro libro.

26 comentarios en “Mi primer libro”

  1. ¡¡Hermoso relato Guillermo!! Yo, desde muy pequeña, siempre pedía para mis cumpleaños, libros de la Colección Robin Hood. Me los devoraba. Y mi peor castigo era: «Mañana no puedes leer en todo el día». La afición a leer me dura todavía y me ha permitido vivir aventuras maravillosas en lugares del mundo y épocas, abriéndome los ojos a un universo indescriptible. ¡Todo un privilegio! Un abrazo.

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  2. Yo, por desgracia y a pesar de que siempre que miró atrás me veo con un libro en la mano, no recuerdo cuál fue mi primer libro. Pero lo que tú has conseguido manteniendo ese primer libro después de tanto tiempo e incluso un cambio de continente es todo un logro. Un abrazo Guillermo.

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  3. Hermoso relato sobre un libro de texto muy entrañable para una generación en Argentina… ¡La sensación de autonomía que se siente en la niñez al leer plenamente! ¿Recuerdas por casualidad «El sol albañil», también? Un cordial saludo.

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  4. Yo leo bastante, unos doce o catorce libros al año. A veces no recuerdo títulos o autores pero curiosamente sí recuerdo la trama. A raíz de este texto, he estado pensando cual fue mi primer libro y no logro recordarlo. Sin embargo seguro que hizo un buen efecto lector en mí. Bella historia de recuerdos. Un abrazo.

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