A veces, en los sitios más inesperados surgen las reflexiones más extrañas. En noviembre pasado, viajé un par de semanas a Buenos Aires. Tenía unos asuntos que resolver y, de paso, aprovechar para visitar a los que siempre se echan de menos. Por culpa de la pandemia, hacía casi tres años que no pasaba por allí. Y casi sin descansar, la primera noche, un grupo de amigos organizó una cena en casa de uno de ellos. Por compromisos de uno u otro, el mejor día era el de mi llegada, así que fui casi sin dormir. Al fin y al cabo, yo estaba de vacaciones.

Nos reunimos diez, alrededor de una parrilla, donde Sergio preparaba la carne y unos chorizos. Cada uno llevó algo, Unas berenjenas en pequeños frascos personalizados, un postre casero que estaba buenísimo, unas botellas de buen vino, etc.

Yo llevé lo necesario para preparar gin-tonics. No conseguí llevar mi ginebra favorita, la G`Vine tapa verde, pero la que compré no estaba mal.

Fue una noche de reencuentro. Pasamos unas horas abiertas a todos los temas, desde el futbol a la política, sin olvidar recordar las anécdotas del pasado y del presente. Se me hizo muy corta la cena.
Cuando ya estábamos terminando el postre, alguien planteó hablar del tema de las pasiones. En un primer preámbulo, reflexionaba acerca de que todas las personas tienen pasiones en la vida. Aquellas cosas de las que podríamos hablar horas o dedicarle mucho tiempo sin cansarnos.
Y a continuación nos preguntó por las nuestras. Creo que a todos nos pareció una buena idea comentar las de cada uno. El primero nos contó que se apasionaba con practicar deportes, cualquiera de ellos. Luego otro nos habló de su pasión por el mundo del vino. Con el tiempo, se había convertido en el enólogo del grupo. Hubo quien le apasionaba el mar y el viento y viviría todo el día haciendo kitesurf. Y así, poco a poco todos fuimos contando nuestras pasiones. Cuando llegó mi turno, me costó elegir. Recordé que Carlos, que estaba presente, me había firmado la foto de fin de curso del instituto, en el año 1981, que decía: “Al Renato roquero y automovilero”. Lo de Renato venia porque era el nombre de mi padre y me llamaban así. Y lo otro no ha cambiado. Sigo teniendo pasión por la música y los coches. Pero podría sumar unas cuantas más, como viajar, contar historias, etc.

Mi amigo siguió reflexionando y nos contaba su preocupación. El creía que no tenía ninguna pasión, y eso le preocupaba. Le dije que estaba seguro que si la tiene, pero aun no la descubrió. Y también le dije que creía que había dado el primer paso para hacerlo, el más importante, que es ponerlo en palabras delante nuestro.
Al despertar el día siguiente, en mi cabeza seguía dando vueltas la que habíamos hablado la noche anterior. Me surgían preguntas, como creo que le pasaría a muchos. Pasados los días, aun seguía con el tema en mi cabeza, y lo comenté con una amiga. La sensación fue la misma. Se quedó pensando y haciéndose las mismas preguntas.
Si no tuviera compromisos, ningún problema de salud y recursos económicos ilimitados, que haría? Seguramente lo que realmente me apasione. Qué sería? Lo primero que se me ocurrió fue viajar a cada carrera de Fórmula Uno. Veintitrés fines de semana viajando por el mundo. Y con el spotify cargado de mis playlist. Juntaría pasiones, viajar y la Fórmula Uno. Luego seguí soñando despierto y se me ocurrieron otras cosas del estilo de la anterior.
Finalmente, llegué a la conclusión que se puede tener y disfrutar de una pasión siempre. Si no tengo dinero para esa vuelta al mundo, veré mis carreras por televisión, y viajaré a otros sitios. Seguiré escribiendo mis historias, y leyendo otras. La pasión es aquello que nos hace feliz.
Descubrí que ese momento de aquella noche de asado con mis amigos, intentando reconocer cuál era nuestra pasión, fue apasionante.
Gran Historia, pero no vale, yo soy parte.
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y yo que alegro que seas parte. abrazo
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Qué buen relato!!! Movilizante, inspirador. Las pasiones, Animarse a ellas motoriza, anima. Pasiones que activamos, pasiones que nos ilusionan., pasiones a descubrir.
Yo también soy parte, je!!! Recontra VALE!!! Gracias!!!!
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Gracias!!!
Un beso
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Lo cierto es que una reunión con los amigos después de tanto tiempo, solo puede calificarse de apasionante. Y siendo cierto que todos tenemos pasiones variadas, con los años, creo que la familia y la amistad son dos de las más importantes. En mi caso añado otra, lo tengo claro, viajar y viajar. Enhorabuena, un texto muy sentido. Un abrazo.
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Estoy de acuerdo contigo respecto a la familia y los amigos, aunque los pongo en la categoría de los afectos, que son imprescindibles. También soy de los que viajaría todo el tiempo. De hecho, lo hago siempre que puedo, pero es como una droga, cuanto más viajas, más quieres viajar.
Un abrazo amigo
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La pasion es aquello que nos hace feliz. Cierto. Y lo que se disfruta teniéndola(s), nadando en ese torbellino de ilusiones que nos hacen vibrar y sentirnos, como bien has dicho, felices.
Cordialidades.
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Muchas gracias !!
Saludos
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La pasión para mi, es aquello que tiene que estar en todo lo que hacemos. Buena reflexión. Saludos.
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Imprescindible la pasión para vivir. Es lo que da lz a la vida y tambien las pequeñas cosas,como los reencuentros con amigos. Que nos falte la pasión y la mistad. Un saludo.
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Y si compartimos pasiones con amigos, que más se puede pedir?
Saludos
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Gracias Renato. Con esta historia me acabas de abrir una puerta, no para mí, sino para mi compañera de viaje, que no acaba de encontrar su pasión. Un saludo
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Espero que la encuentre. Saludos
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Efectivamente, tú te has dado la respuesta: Pasión por la amistad y el reencuentro y por lo que nos hace felices sobre todo en estos tiempos. Precioso post. Gracias por compartir. Un abrazo!!!
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Muchas gracias. Un abrazo
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Llevo días reflexionando sobre eso de las pasiones y pensando en si hay solo una cosa que me apasione.
Si lo que nos apasiona es lo que nos produce felicidad, entonces puedo decir que me apasiona no hacer nada, una tarde de verano con un helado o una copa fresquita al lado, para ir tomando pequeños sorbitos de pasión. Si lo que nos apasiona es lo que nos produce exaltación, entonces puedo afirmar que me apasiona pegar botes al escuchar una canción que me gusta. Si es lo que nos remueve sentimientos y los pone a flor de piel, entonces un buen libro o película o historia a viva voz sería mi pasión.
Ea, ya te he dejado casi un post por comentario 😂
Beso 🎈
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Creo que has hecho un resumen de sentimientos muy bueno. Al escribir esta entrada, quería que el que lo leyera, reflexionara como yo acerca del tema. Y en tu caso lo he conseguido. Muchas gracias por tu lectura y por compartir tu reflexión. Un beso.
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Si amamos lo que tenemos, siempre tendremos lo que amamos.
Saludos
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Gracias por tu lectura y por comentar. Un saludo.
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Me gusto genial poder disfrutar asi. Saludos
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Gracias por pasarte y comentar. Saludos.
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Interesante post. Yo creo que si te dicen que te queda un mes de vida, por ejemplo, eso reduce «las pasiones», elimina las falsas pasiones (los gustos) y deja lo más imprescindible, aquello que nos hace sentir vivos…¿Qué es aquello que nos hace sentir vivos?
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Hola. Gracias por pasarte y comentar. yo creo que si me queda un mes de vida, me gustaría estar cerca de los que quiero. Esos son sentimientos y no pasiones. Pero la tuya es una buena reflexión. Le daré una vuelta. Un saludo.
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«Déjate de pavadas pibe»… ya me puse curioso…
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Bueno. Teníamos 17 años. Jaja
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Lo que paso en el Oeste… queda en el oeste…!!… 🤣
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Pues a mí me has dejado pensando… hay tantas cosas que me apasionan que no sabría decidirme por una. Pero lo mejor de tu historia, para mí, es ese reencuentro con los amigos después de tanto tiempo. Eso sí que es apasionante, rodearte de buenos amigos con los que compartir tantos momentos. Un abrazo
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Muchas gracias Silvia.
Esos reencuentros son fantásticos. Ya lo echo de menos….
Un abrazo
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Increíble reflexión, a veces creemos que por no tener suficiente dinero no podemos hacer lo que nos apasiona aunque si lo pensamos bien es posible, tal vez no como lo teníamos en mente pero aún así se disfruta. Saludos
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Muchas gracias por pasarte a leer y comentar. Un saludo.
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