Campana de Gauss

A veces pienso que el mundo está organizado, para el confort de los que están en el centro de la campana de Gauss. Todos los que por algún motivo de salen de la media, tienen más dificultades.

Yo siempre creí que era un poco torpe de movimientos. Es muy probable que sea así. Pero también me di cuenta que muchas cosas están preparadas para un estándar distinto. Mido 183 cm y tengo una envergadura grande. Y desde que crecí hasta este punto, me encuentro que muchas veces soy demasiado grande para algunas cosas.

Los asientos de un avión, los coches deportivos, los sótanos con techo bajo, y una lista larga de situaciones incomodas o imposibles. 

Tengo un largo historial de sillas rotas que yo creía que resistirían mi anatomía. Alguna, como la de una iglesia de Milán, en la que espero que no hubiera cámaras de vigilancia, porque  me declararían persona non grata por allí.

Algunas veces que fui con unos amigos a correr en Karts, me encontré con un problema a la hora de ponerme el mono para correr. No había ninguno de mi talla, así que cuando salimos a correr, se me identificaba rápido. Era el que iba con ropa de calle…

Hace unos años me regalaron un curso de conducción en el circuito del Jarama, en la escuela del ex piloto de F1 Emilio de Villota. Al principio lo disfruté mucho,  mientras hacíamos pruebas con coches de calle. Pero llegó el plato fuerte. Unas vueltas en monoplaza …. Para los que medias hasta 175 cm. Yo no entraba en el coche, y fui a boxes a ver correr a mis compañeros de curso, mientras me consolaba, pensando que los jugadores de baloncesto lo tenían peor.

A estos problemas, le sumamos esa torpeza de la que hablaba, y también, mi lesión de tobillo de un viejo accidente de moto, que hace que la artrosis generada, me produzca dolor, y que, a veces, me haga caminar como un protagonista zombi de Walking dead.

Si visito una de esas tiendas de decoración, donde hay muchas cosas que se pueden romper fácilmente, a los lados de un pasillo, intento ir con cuidado, pero es difícil si me cruzo con alguien. Y mucho peor si es invierno, y llevo en la mano un abrigo que roza peligrosamente esa pila de vasos tan ordenados en el borde del expositor.

Y a veces sucede… .

Como aquella vez que entré en una tienda de tés, donde tenían expuesta una bonita tetera de cristal. Como no escarmiento con los años, fui directo a tocar la tapa, y esta se resbaló y cayó detrás del expositor. La dependienta me dijo que no me preocupara. Salí avergonzado de la tienda, y seguí recorriendo el centro comercial. Media hora después, volvimos a pasar por ese local, y vi a la dependienta con todo el expositor desmontado, aun buscando la tapa de la tetera, lo que me hizo acelerar el paso y desaparecer de allí.

O aquella otra, en una de esas tiendas portuguesas de decoración con nombre de gato. Gabi quería una bandeja para tartas, y yo la vi. Solo quedaba una y me lancé a por ella. Cuando la tenía en mi mano, pasé cerca de una lámpara, y de repente sentí como todo a mi alrededor caía como las fichas de domino que se ponen de pie una detrás de otra. Lo más grande era esa lampara, por lo que la sostuve, para evitar que cayera. Por lo visto, mi cerebro decidió que para sostenerla, debía soltar la bandeja de tartas que tenía en mi mano. La bandeja acabó en el suelo muy rota.

Debo agradecer a que la música se escuchaba a muy alto volumen, lo que evitó que nadie reparara en el desastre a mí alrededor, con excepción de Gabi, que dudaba entre ayudarme o seguir riéndose de la situación.

Rápidamente, dejé todo en su sitio, incluidos los restos de la bandeja. Y a continuación le pedí  a Gabi que me acompañara en mi veloz huida del lugar.

Como le seguía interesando la bandeja, volvió a entrar al local. Yo ni pensaba hacerlo y la esperé fuera, por lo que me perdí la escena en la que le pedía inocentemente a la dependienta otra bandeja, como la expuesta, que parecía estar rota.

En fin, siempre me gustó ser de los que no hacen las cosas como la mayoría, así que es mejor no ser del centro de la campana de Gauss. Además, he leído que la torpeza está muy relacionada con la creatividad. Bueno, mira por dónde va a ser hasta bueno.

14 comentarios en “Campana de Gauss”

  1. Para muchas cosas no será bueno, pero para otras muchas si, por ejemplo, los achuchones son más grandotes, con lo que gustan más, se puede llegar a coger cosas en sitios altos, se te localiza mejor en sitios concurridos, etc etc; hay que ver siempre la parte positiva, como has concluido en tu relato. Llevaba sin ver esa campana desde que acabé la carrera 🤣🤣

    Le gusta a 1 persona

  2. Por lo menos usted tiene la excusa de su estatura: yo mido 1.59 con tacones, y confirmo a cada paso el diagnóstico que me dieron en los test de inteligencia: en psicomotricidad e inteligencia espacial: subnormal profunda.
    Y mi creatividad alcanza justito para buscarme excusas y echar la culpa al gato de los desastres que provoca mi falta de destreza.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario