New year resolutions

Mi primer contacto con el aprendizaje de ingles lo tuve a los 12 años.  Comencé a ir a unas clases particulares, junto con mis amigos Alejandro y Guillermo, a una profesora que era vecina de Guillermo, y daba las clases en el salón de su casa. Luego de un par de años, Seguí con mis  clases, en lo de la profesora Orietta, que tenia montada una academia, y nos preparaba para los exámenes oficiales. Y, si bien aprobaba esos exámenes con buenas notas, nunca tuve un nivel muy bueno. A lo largo de los años, he sobrevivido con un inglés muy malo, con anécdotas, como la de aquel “tomorrow no breakfast”, que ya he contado hace un tiempo en otra historia.

En mis primeros años en Madrid, hice muchas entrevistas de trabajo y, por supuesto, en los curriculum que presentaba, siempre ponía “inglés, nivel medio” como todo el mundo. Esto me hizo pasar un par de malos ratos, cuando algún entrevistador, decidió pasar al inglés en mitad de una entrevista. En alguna ocasión, estuve a punto de levantarme y darle la mano como despedida. Sobre todo en una ocasión, en la que quise adornarlo más, y puse “conocimientos de italiano”,  que se basaban en escuchar las discusiones de mi abuelo con mi tía, y que, encima eran en dialecto napolitano. Esa vez, el que me entrevistaba, se vino arriba y comenzó la entrevista en italiano. Nunca más lo puse en un curriculum.

Pero una cosa que siempre recuerdo de esas clases de adolescente, era un capítulo de uno de los libro de inglés, titulado “new year resolutions”

Como su nombre indica, ese capítulo describía las promesas que el protagonista de la historia, se hacía a sí mismo, al comenzar un nuevo año.

No sé por qué, pero el título de ese capítulo, se quedó grabado en mi mente. Y cada vez que se aproxima un fin de año lo recuerdo. Al fin y al cabo, quien no se ha propuesto cosas de cara a un nuevo año. Hay quien se propone hacer un viaje pendiente, o visitar a algún amigo que hace mucho que no ve, o, por el contrario, alejarse de un amigo tóxico. También están los clásicos, como perder peso, ir al gimnasio, o comer más sano. Dejar de fumar, para quien fume. Estudiar algo nuevo, pintar, que puede ser un cuadro,  o las paredes de su casa. Leer algún libro pendiente. Retomar un viejo hobby. En fin, la lista puede ser eterna. Y cada uno tendrá la suya.

Yo creo que este año, caeré en alguno de los clásicos, que en mi caso, serán hacer más ejercicio, quizás apuntándome a un gimnasio,  y alguna dieta para perder unos kilos. Dos de las más fáciles, ya que las empecé muchísimas veces….

Pero creo que en el primer lugar de todas las listas, siempre debe estar el disfrutar de la vida cada segundo, que nunca sabemos cuánto tiempo le queda a nuestro viaje.

Espero que un poquito de esas listas, que cada uno de vosotros ha elaborado mentalmente, se cumplan este nuevo año. Feliz 2023.

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